lunes, 1 de agosto de 2011

Father of the Bride 1950 "EL PADRE DE LA NOVIA"

Father of the Bride 1950 "EL PADRE DE LA NOVIA"


LA VANGUARDIA (26-11-1950) 
Simpática, ligera y entretenida, esta película no solo responde en todos sus momentos a la más clara tradición cinematográfica norteamericana, sino que constituye uno de los más acabados y certeros estudios humorísticos de la vida vulgar. En efecto, el asunto en esta ocasión no es el enredo acostumbrado o la combinación de situaciones cómicas cuya finalidad empieza y acaba en su mayor o menor propiedad hilarante es, simplemente, la pequeña historia de una boda vista desde dentro y vista por el padre de la novia, ese padre que como todos los padres en parecidas circunstancias se encuentran envueltos en una red de complicaciones imprevistas, de necesidades inevitables y de compromisos convencionales con les que tiene que transigir para dar a su hija todo aquello que pudo soñar, todo aquello que un día será de grato recuerdo. La anécdota, pues, no puede ser más sencilla. En cambio, la película puede ser más completa ni estar más llena de sentido comediográfico. Todo en ella es un alarde de observación en el que se recogen los nimios conflictos familiares — iguales en todas las latitudes — y cuantas reacciones se producen en el mundo del hogar colocado ante el acontecimientode un matrimonio. Dirigida con excepcional fluidez virtud atribuida no sólo a la labor de Vicente Minnelli, sino también a las calidades de un guión magnifico, la cinta gira en torno a la visión profundamente cordial que el cabeza de familia percibe de cuanto sucede en su entorno, de ese dio su vertiente más prosaica y, por ello, más autentica y más próxima a la comprensión general. El eje del film es, tanto en el aspecto interpretativo como en el argumental, la figura del padre, interpretado por Spencer Tracy, y cn verdad que a ese gran actor le corresponde muy buena parte de los méritos de la película. Su personaje es una creación portentosa de sensibilidad, de inteligencia, de fidelidad. A su lado la propia Joan Bennet queda hasta desdibujada y Elizabeth Taylor subsiste gracias a su belleza ya que su tipo se nos antoja el menos convincente del conjunto, conjunto que aparece repleto de una infinidad de personajes descritos con la intención más certera y el trazo feliz. Excusado es decir que el público pasó un rato entretenidísimo viendo a El padre de la novia, cinta a la que solo es le puede reprochar afinando en ello la punteria, el empleo innecesario algunas veces de la voz en off.- H. SÁENZ GUERRERO.




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