lunes, 1 de agosto de 2011

Samson and Delilah 1949 "SANSÓN Y DALILA"

Samson and Delilah 1949 "SANSÓN Y DALILA"


LA VANGUARDIA (24-12-1962) 
Una película de Cecil B, de Mille es una de las pocas cosas rigurosamente inconfundibles que puede ofrecer el cine norteamericano, tan bien representado en sus más características debilidades de aquel director, pionero de Hollywood, por el que no pasan años sin lograr que rinda ni uno sólo de sus principios, los mismos que informaron «Las Cruzadas» y «Bajo el signo de la Cruz», por ejemplo; o sea su culto decidido a la grandiosidad, a los inmensos decorados; su devoción por el tópico su inaudita facilidad para manejar los convencionalismos al alcance de todos los bolsillos intelectuales, su impronta personal, en suma, que goza transformando en aventuras cinematográficas de bajo bordo las más sublimes historias de la Historia. Ceci1 B. de Mille es así, señores y así es su última obra, «Sansón y Dalila». En realidad, nadie que haya seguido, aun de lejos, como simple espectador sin preocupaciones analisticas, la carrera cinematográfica de Mille, podrá manifestarse defraudado ante la película que comentamos, entre otras razones de menos peso porque Mille es un director que no engaña; es decir, que sin exactamente lo previsto lo prometido por la ya larga tradición de sus peculiares hábitos, hechos que grandilocuencias y de oropeles, tanto más rutilantes en esta ocasión por disponer de un tecnicolor deslumbrador, esplendoroso, verdadera cascada de rabies y dorados y celestes esmeraldas, feliz complemento de un espectáculo ya de por sí notable y ameno, dentro de las normas apuntadas. De una manera general, porque no vale la pena dé profundizar cn este plano, que podría llevamos muy lejos, puede decirse que la adaptación del tema biblico ha sido todo io fiel que podía ser en cuanto subsiste lo esenciar sin deformación alguna, aunque abundantemente recamado de episodios tan peregrinos como pintorescos, en los que no faltan — asi como en los diálogos — anacronismos de bulto más que considerable. Sin embargo la substancia lírica y dramática contenida en les versículos inmortales del «Libro de los Jueces» se ha transfundido levemente, en un auténtico prodigio de inalterabilidad de sus esencias, a varias escenas de la película. que gracias a ellas supera una parte de sus flaquezas, que también se hacen perdonar cuando la técnica del encaje y de los efectos especiales ofrecen la imponente realización del hundimiento del templo de les filisteos, secuencia que supera en grandiosidad todos los recuerdos de momentos cinematográficos análogos. La interpretación sufre también los efectos de la particularisima óptica aplicada a la cinta, y asi nos hallamos con un George Sanders que no puede evitar componer su «Sayón de Gaza» con el mismo criterio de sus despectivos y decadentes personajes de alta comedia; y con una Angela Lansbury desvaída e inexpresiva, y con un fabuloso número de figuras más o menos secundarías dispuestas con más candor que ingenio. El papel de Sansón ha correspondido a Víctor Mature y el mejor elogio que podamos hacer de él es decir que supera con el mejor de sus ánimos un personaje de proporciones tan absolutamente inconcebibles como el caudillo de los derritas. A su lado, Hedy Lámarr es una Dalila sinuosa, seductora, sencillamente fascinadora, perfectamente interpretada y calculada. Es. en resumen, la mejor creación de su carrera. H. SÁENZ GUERRERO. 





1 comentario:

Que te parece el blog.