Mogambo 1953 "MOGAMBO"
LA VANGUARDIA (8-2-1955)
África, su folklore y sus fieras son incentivos garantizados, de eficacia puesta a prueba en abundantes ocasiones: lo son también unos, artistas dc tan sólida popularidad como Ava Gardner y Clark Cable, a quienes bien se puede agregar el reciente pero vasto prestigio de Grace Kelly, y asimismo lo es, al menos pera algunos, el nombre de John Ford. «Mogambo» reúne tan dispares y famosos elementos, con lo cual dicho está que la película se asegurara «a priori» cuanto podría desear el productor más ambicioso. Se trata, efectivamente, de un alarde en todos los órdenes, tanto más considerable cuanto resulta que la cinta ha sido rodada en las colonias de Kenya y Tanganica, en el protectorado de Uganda y en los temtorios de la República del África Ecuatorial francesa, donde el tecnicolor —decorativo, bello y fiel-- ha podido captar las consabidas escenas de la fauna africana en movimiento y algunos excelentes planos tales como los correspondientes a los gorilas, sin olvidar las animadas acotaciones coreográficas y corales de ciertas tribus negras. Esta claro, pues, que en lo que atañe a la ambientación, a la curiosidad zoológica—e incluso antropológica— y a la emoción que lleva implícita todo Gafaría, «Mogambo» cubre sus objetivos plenamente, como los cubre en el terreno de la interpretación, donde Ava Gardner se muestra tan bella y sugestiva como siempre er un papel visto muy certeramente, donde Clark Gable se ratifica en su estilo varonil y zumbón, macerado en su punto por el tiempo, donde Grace Kelly —por citar sólo a los protagonistas— aparece con la encantadora, medida elegancia que le es propia. Por lo demás, la pelicula no se halla a la misma altura, empezando por la dirección de John Ford, que igual podria haber sido otro director cualquiera del amplio escalafón del Hollywood. El asunto, en efecto, revela una escasez de imaginación que no se compagina fácilmente con el esfuerzo llevado a cabo para trasladar «Mogambo» nada menos que hasta África, traslado que si sólo se atendiera al conflicto sentimental planteado en el film no tendría justificación. El silencioso, contenido duelo entre las dos mujeres protagonistas —la desenfadada y alegre, pero de buen corazón, y la exquisita y candida— en torno a la figura maciza y recia del cazador se plantea y se resuelve con arreglo a los convencionalismos de más larga tradición, sin que, por tanto, se dé sorpresa alguna en ello. Menos mal que el doblaje del diálogo tiene gracia y que, en definitiva, los actores y el escenario poseen personalidad y fuerza suficiente para que lo demás quede en segundo término, incluso el mismo argumento de «Mogambo». — H. SÁENZ GUERRERO.

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Thanks for your comment, Paco Granados
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