The Letter 1940 "LA CARTA"

The Letter 1940 "LA CARTA"

LA VANGUARDIA (11-1-1948) 

Con el material de un buen cuento de Sornersert Maugham, adaptado con insospechada libertad, «La carta» constituye un extraño conglomerado en el que se reconocen claramente elementos de desarrollo teatrales, novelísticos —o novelescos— y cinematográficos. Tal superposición de procedimientos narrativos, acaso pudiera explicarse teniendo en cuenta que «La carta» fue comedia después de ser cuanto para, al fin, alcanzar forma de película, y que tales formas literarias pueden haber condicionado determinados aspectos de la cinta, incluso sus importantes variaciones sobre el tema original. De todos modos, fuere cual fuere el origen de las indicadas camcteristicas del film, hay que precisar que aquello que tiene de cine posee un indiscutible sello de categoría. William Wyler, director de reconocido prestigio ha intercalado de vez en vez planos y detalles de calidad cinematográfica finísima, perfecta, aunque haya dejado de la mano, en conjunto. la tarea de crear un clima, un ambiente que pueda llegar a justificar humanamente la psicologia de la protagonista. En lo que al aspecto teatral sé refiere. «La carta» tiene momentos de auténtica clase —uno de ellos, el monólogo de Bette Davis cuando explica su crimen— y ninguno de ellos perjudica su tono general, cosa que no podemos decir del asunto original —soltar todo aquella postrera e inadmisible declaración de la asesina tras el perdón de su esposo y la secuencia subsiguiente-- las cuales, a la vez que anulan los esfuerzos realizados por salvar el asunto del disparo, folletinesco, rompen el interés con que el público se prende de la intriga. interpretada de un modo insuperable, con su estilo inmenso de trágica, por Bette Davis sobre el fondo que componen James Stephenson —el personaje masculino mejor visto— y Herbert Marshall en uno de los más grises y átonos cometidos de su carrera. H. SAÉNZ GUERRERO.