lunes, 1 de agosto de 2011

Raintree County 1957 "EL ÁRBOL DE LA VIDA"

Raintree County 1957 "EL ÁRBOL DE LA VIDA"


LA VANGUARDIA (28-1-1959) 
La campaña publicitaria de esta cinta viene repitiendo que la cinematografía no ha hecho nada mejor desde que produjo «Lo que el viento se llevó», film en él que sin duda, no han dejado de inspirarse los realizadores y argumentistas de «El árbol de la vida». Las reminiscencias son, en efecto, tan repetidas y patentes que no es dificil advertir entre una y otra un cieno parentesco. Ambas reflejan la vida de los Estados Unidos en la época de la guerra de Secesión: ambas rocen el tema ardiente del esclavismo y el abolicionismo, y de paso llevan a la pantalla singulares personajes humanos, por una u otra razón, «fuera de serie». Realizada con la holgura de medios que caracteriza a las casas de Hollywood, «El árbol de la vida» pretende ser como una epopeya de nuestro tiempo. la epopeya de la vida americana en su punto más trágico, que sin duda alguna, la guerra secesionista, pero obligado a seguir la linea de la novela que sirve de trama argumentar el realizador ha abarcado mucho pero ha apretado poco. La proyección dura cerca de tres horas, pero la acción no se mantiene del modo sostenido que debería reclamar la acción y ciertas escenas bellamente emotivas resultan a veces demasiado alejadas entre si. En cinta de tamaño longitud, y sobre todo cuando se proyecta en paises donde las viejas querellas americanas interesan menos que en su tierra, no se gana nada con ese afán inmoderado de pormenorizar, de detallar y rccrcarsc en la pintura del ambienté qué acusa Edward Dmytryk. Pero apane la lentitud del ritmo, susceptible de aligerar con moderados cortes, «El árbol de la vida» llene otras virtudes altamente estimables, como son la descripción de caracteres, la belleza y plasticidad de las escenogmfias, tanto cuando se trata de interiores como de exteriores, y la trabazón novelesca de la acción. Conducida lentamente pero con buen tino. Como la mayor parte de las peliculas adaptadas de novelas famosas, «El árbol de la vida» es un estudio psicológico en lo que se refiere a la personalidad de sus personajes principales. La figura de «Susana Drake», tan roida de complejos qué bordea la demencia, en la que al final cae. está trazada con un fuerte vigor. La vida de Susana es un drama angustioso y patético que se enlaza con la tragedia que vive en aquellos instantes su propio pais y que, al hundirse en la desesperada locura del suicidio, es casi un símbolo del hundimiento de la rebelión sudista, Y no menos rico de matices es el personaje de «John Wickiff» que viene a ser como el simbolo contrario, sc decir, el de la serenidad y lucidez, en medio de las convulsiones de su hogar y de su patria, figura de la qué Montgomery Clift hace una creación llena de aciertos. Elizabeth Taylor, excepcionalmente sugestiva y brillante, constituye por si sola uno de los principales alicientes de «El árbol dé la vida». la gran actriz trasfunde al celuloide su belleza y su gracia singulares y. si como actriz sc muestra desigual, tiene también momentos de una emoción ardiente. que bastan para calificar y prestigiar su dificil papel. Edward Dmytryk muestra especialmente su pericia de director en las escenas que reflejan la guerra civil, secuencias llenas de movimiento, de fuerza y de verismo, que son, en el aspecto cinematográfico, de lo más logrado. Es en estas secuencias donde las reminiscencias de «Lo que el viento se llevó» se hacen más visibles. — A. MARTÍNEZ TOMAS. 





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