lunes, 1 de agosto de 2011

The Children's Hour 1961 "LA CALUMNIA"

The Children's Hour 1961 "LA CALUMNIA"


LA VANGUARDIA (6-4-1969) 
El tema es escabroso pero William Wyler lo ha trasladado a la pantalla con tal delicadeza que no ofende los ojos ni los oídos de nadie. Es un problema humano, determinado por el amor anormal de una mujer por otra. Pero esta pasión no se revela nunca. Es un secreto recóndito, profundo, de lateada explosiva, que cuando un día, por circunstancias ajenas a la protagonista, aflora a la superficie, se liquida de la única manera posible: trágicamente. La trama procede de una obra dramática de Lillian Hellman, escrita allá por el año 1932 o 1933. En Barcelona fue dada a conocer, en su versión teatral, hace seis u ocho años, en el Teatro Cómico por una compañia de la que formaban parte Amparo Baró y Mayrata O'Wisiedo. El propio William Wyler se ha sentido atraido por este apasionante problema, en dos ocasioncs. La primera vez que lo trasladó a la pantalla fue en 1936. Se titulaba el film, «Eran tres». Al cabo de casi treinta años, es decir, en 1962, realizó esta nueva versión, mucho más completa y expresiva. La primera fue interpretada por artistas que en su época gozaban justa fama, como Joel McCrea Merle Oberón y Miriam Hopkins. El cuadro interpretativo de la nueva versión es todavía de un valor mucho más destacado y a él se debe la obra este alcance, también, una tensión dramática mucho mayor. Las dos principales figuras femeninas, Shirley Mac Laine y Andrey Hepbum, consiguen las más sorprendentes cumbres del acierto. Especialmente, la primera hace de su papel un ser viviente, lleno de palpitaciones profundamente humanas y llega al momento crucial de su tragedia de un modo también cordial y natural, sin crispacioncs violentas ni ofuscados retorcimientos. Después de la revelación a la que ha llegado —una revelación aun se hace, incluso, a si misma, porque hasta entonces sólo había sentido su pasión de un modo difuso—, la solución trágica resulta explicable. William Wyler, que ya hizo un gran alarde de tacto y de finura en la primera versión cinematográfica de este oscuro y complejo problema, llega en ésta a un alarde todavía mayor de habilidad y de sentido estético. Toda la realización, tiene un aire sencillo, con escenas teñidas de una humanidad íntima y humillada a través de las cuales se ha logrado que la tremenda tensión interior del tema vaya siempre en crescendo, teniendo al espectador materialmente aprisionado y anhelante. En el fondo, el problema de estas dos mujeres que conviven en la dirección y administración de un colegio que han creado con su esfuerzo—y que la calumnia de una niña perversa consigue destruir— tiene tales aspectos de humanidad, que es dificil no sentirse conmovido ante este cuadro tan amargo y patético, bajo cuya superficie late algo tan hondo. Junto a las dos excepcionales intérpretes femeninas de «La calumnia», James Gardner realiza una interesante y expresiva interpretación, que secunda también muy inteligentemente la veterana actriz Miriam Hokins que en la primera versión cinematográfica encarnó el papel de «Martha». La pequeña actriz Fay Bainter, realiza también una creación que a fuerza de realismo y de vigor. llega a hacerse odiosa. -- A. AL T. 




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