The Roman Spring of Mrs. Stone 1961 "LA PRIMAVERA ROMANA DE LA SRA STONE"
LA VANGUARDIA (10-10-1964)
La pelicula está realizada sobre una novela de Tennessee William. Es un crudo, descarnado y cruel, que oscila entre lo subyugante y lo desagradable. La señora Stone, protagonista del film, es un ejemplar corriente en el catálogo de figuras femeninas del famoso escritor norteamericano una mujer desencantada, afronta en honduras abismales de la soledad interior, que vive como nadando en el vatio. Actriz famosa, casada con un multimillonario que la deja viuda a los cincuenta años no ha conocido verdaderamente lo que es el amor, el ameren su sentido más carnal, en sus imperativos más materializados. Lo descubre un dia en medio la visión sensual que es siempre la primavera de Roma, adonde ha ido a reponerse de las tristezas de su viudez, tras haber abandonado la vida artistica. La primavera en Roma es en nuestros días —y entre ciertas gentes— como la encarnación de la «dolce vita». Se siente el ansia rabiosa de vivir, y las pobres señoras desoladas que llegan a Italia desde paises remotos —sobre todo si son muy ricas— se dejan envolver por su fascinación y caen en la debilidad de pedir por amor a la vida. La película nos muestra cómo funciona en Roma esa repelente organización distribuidora del amor vanal. Los aspectos más cínicos del proxenetismo son practicados entre sonrisas, vasos de «whisky» y cenas en los restaurantes dé gran lujo. «La Celestina» cuenta hoy en Roma con sus discípulas más hábiles. La señora Mona, que quiere curar su soledad en Italia. pasa por una experiencia humillante y dolorosa. A sus cincuenta años, cuando se siente todavía bonita y deseable, tiene que pagar con su dinero cada caricia, cada beso, cada momento pasional... Por fortuna, su talonario de cheques es inagotable. Ya en la pendiente, la señora Stone que ha perdido la propia estimación y que sé ha hundido en servidumbres degradantes, caerá todavía más bajo, hasta un abismo de claudicaciones infinitas. El relato, tal como lo ha planteado y desarrollado el realizador portorriqueño José Quintero, da ocasión a un film apasionante, impregnadode morbidez, trémulo de situaciones contradictorias. Atrae y repele al propio tiempo; admira y produce una sensación fisica casi dolorosa. Quintero ha empleado un método tal vez excesivamente barroco, pero de grandes atractivos visuales. La Roma que nos presenta en la película es una ciudad un poco de cromo. A nuestro juicio, en su afán por darnos una visión llamativa y vibrante, ha reiterado. los efectismos excesivamente. Pero lo más interesante de la cinta no es a nuestro juicio, ni el argumento ni la realización. Lo más extraordinario que tiene la película es la interpretación de Vivian Leigh. La «señora Stone» nos parece ea la creación de la gran actriz inglesa un ser vivo, palpitante, angustiado y real. La labor de Vivian Leigh en este film es, como la mayor parte de las que lleva realizadas, literalmente antológica. Warren Béatty anima la figura de un «gigoló» italiano, personaje harto conocido en los medios de la «dolce vita». No puede decirse que sea una creación perfecta, pero se aproxima mucho a la real. Verdaderamente extraordinaria es la nueva versión de la figura de Celestina que nos ofrece Lotte Lenya, una actriz de carácter realmente magnifica. La bonita Jil St John aporta su resplandeciente hechizo juvenil a diversas escenas de la cinta. —A. MARTÍNEZ TOMAS.

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Thanks for your comment, Paco Granados
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