lunes, 1 de agosto de 2011

What a Way to Go! 1964 "ELLA Y SUS MARIDOS"

What a Way to Go! 1964 "ELLA Y SUS MARIDOS"


LA VANGUARDIA (25-12-1964) 
Todos los factores que hacen agradable y divenida la comedia cinematográfica. además de aquellos que, han dado sólido prestigio al cinc norteamericano en el cultivo de este generó, se dan en «Ella y sus maridos». Pero aquí se ha querido realzar más aún la presentación que reviste una fantasía y suntuosidad poco frecuentes. Si a esto afiadimos que la cinta, cuenta con un reparto excepcional, encabezado por la «gran» Shirléy MacLaine, no es dificil predecir a esta «superproducción» un brillante porvenir comercial. Nada tiene de raro pues, que cuando tanto esfuerzo se ha dedicado al film-espectáculo se resientan los méritos artísticos del film. Es decir, que el ingenio que campea en muchas situaciones no se constituye en una tónica general dé la cinta y que, a fuerza de buscar nuevos y más asombrosos episodios, se acabe cayendo en una cierta reiteración. porque en el fondo, siempre ocurre lo mismo. Pero estos son reparos que en nada afectan a la película como fuente continua de entretenimiento al servicio de un tema ocurrente y bien hilvanado. La mujer pobre que busca la felicidad en un amor tranquilo, exento de ambiciones económicas se convierte, por obra de la fatalidad, en una especie de rey Midas, que enriquece inexplicablemente a sus sucesivos maridos, quienes, asimismo, al dejarla prematuramente viuda, la hacen fabulosamente rica y desdichada. El asunto está cogido desde una vertiente festiva y da lugar a un, sinfín de divertidas peripecias a través de las cuales se muestran los más insólitos ambientes y se relatan los hechos más disparatados. Al servicio de la causa hilarante y divertida del film se incluyen una serie de pinceladas en las que se satiriza al pueblo norteamericano y sus peculiares manías. Lee Thompson, el realizador, muestra su buen oficio en el mano ágil y ameno de cada secuencia, en el espléndido partido que saca de la cámara en Cinemascope y color y en el ágil y coherente montaje. Los diálogos son excelentes, y la música y la coreografia—debida ésta a Gene Kelly—responden a criterios de exigente atractivo. Quizás el mérito más descollante que hay que atribuir a Lee Thompson es su excelente labor en la dirección de tus intérpretes. Shirley MacLaine demuestra nuevamente que es una de las mejores actrices del momento, y en su gracia. —hábil mezcla de picardía e ingenuidad— descansa el mayor peso de la película. Paul Newman es el «marido» con mayor personalidad artistica y aquel cuyo episodio resulta más divertido y original; Robert Mitchum, Dean Martín, Gene Kelly, Bob Cummings y Dick Van Dyke, hacen justo honor a su fama. - PEDRET MUNTAÑOLA.





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