Jane Eyre 1944 "ALMA REBELDE"
LA VANGUARDIA (8-10-1946)
La producción literaria de las hermanas Bronté, referida en este caso a la de Carlota, tiene unas constantes dramáticas que la caracterizan y distinguen de un modo rotundo. En este caso, como siempre que sc plantea cl problema de las adaptaciones «Alma rebelde» sigue con fidelidad el fondo de «Jane Eyre», pero no le ha sido posible captar cn su totalidad la abrumadora densidad de la novela, tiene que prescindir dc muchas cosas y limitarse a una narración lineal, sin excesivas acotaciones descriptivas, y por ello, la película debe recurrir como medio de enlace entre unos y otros pasajes a las notas literarias que vienen a lograr la continuidad y evitar las definiciones de ambientes y personajes que nunca hubieran podido ser tan minuciosas como en la obra original. «Alma rebelde» ya desde su arranque anuncia en tenebrosos compases, los elementos trágicos que han de orlar su desarrollo: la crueldad, el odio, la injusticia, el puritanismo inflexible y vengativo, la desgracia, la locura, como pasiones y sentimientos deshumanizados a fuerza de humanidad que tienen su paralelo en el desencadenamiento violento de las fuerzas de la naturaleza: en el rayo, en el viento de pesadilla que gime por entre las desojadas tandas. cn el fuego, en las tormentas... De vez en cuándo, una sonrisa, una mirada una lágrima reprimidas, ponen un tornasol de cordialidad en la tremenda danza de pasiones que vibra a lo largo y a lo ancho de toda la película pero hasta el desenlace sólo son factores de contraste que contribuyen a mantener el clima de incertidumbre y de angustia en el espectador. Cinematográficamente, la película está realizada de un modo impecable. La técnica que la informa se ajusta perfectamente a las calidades dramáticas de la historia dc Carlota Brome que hace vivir a la desgraciada Jane Eyre gran parte de sus propias vicisitudes. A base de violentos contrastes de luces y sombras, a veces solamente con siluetas en negro sobre cielos tempestuosos y torvos, la cinta crea y mantiene las atmósferas de desesperación y de dolor que son los fundamentales protagonistas de la ficción. No se ha tenido temor a pintar con, excesiva crudeza las situaciones, y así las breves escenas del internado —escueta síntesis de la mitad de la novela— poseen una fuerza trágica insuperable que, éste pudiera, ser su mejor elogio, nos parecen espléndidas reproducciones de los mas crueles fragmentos dickensianos. Esta película, desde muchos puntos da vista, plantea interminables c interesantisimos temas de comentario, de los cuales podría ser uno el abuso de tipos torturados, de ese cosmos infrahumano que domina toda la pclicula y que, en definitiva, ante lo imprevisto de sus manifestaciones, es cl que produce la tensión apasionada del público. Pero es preciso referirnos, antes deponer punto final a estas lineas, a la colosal interpretación de «Alma rebelde» — ¿por qué este titula—en la que Joan Fontaine pone la inmensa delicadeza y finura de su arte, en un personaje servido con exquisita fidelidad; Orson Welles, una de las personalidades más interesantes del cinema, su briosa humanidad, de violentisimos casos, acaso un poco efectistas: Margaret O'Brien, el prodigio de su expresión, y Peggy Ann Gardner la gracia de su rostro de porcelana.-H. SÁENZ GUERRERO.

.jpg)

No hay comentarios:
Publicar un comentario
Que te parece el blog.