lunes, 1 de agosto de 2011

North by Northwest 1959 "CON LA MUERTE EN LOS TALONES"

North by Northwest 1959 "CON LA MUERTE EN LOS TALONES"




LA VANGUARDIA (7-4-1960) 
Magnifico espectáculo esto que nos ofrece Alfred Hitchcock en el film «Con la muerte en los talones». Mezclando en las justas proporciones el humor, la emoción y la intriga, ha obtenido una rara pero sorprendente producción que mantiene al espectador a un mismo tiempo anhelante y divertido durante un par de horas. Hitchcock, que ha llegado a la suprema sabiduria en el arte del relato cinematográfico, juega con los espectadores como el gato con el ratón, los conduce de sorpresa en sorpresa, los diviene, los apasiona. los decepciona también... Toda la gama, en suma. Lo que se cuenta en «Con la muerte en los talones» es una historia sembrada de inverosimilitudes. A veces nos parece incluso un cuento infantil. ¡Pero qué asombrosa habilidad en el enlace de los episodios, qué gracia sutil en la justificación de aquellas increíbles aventuras, qué fino humor en lo que tiene cl film de caricatura y de parodia! Al lado de una situación de «suspense», que casi eriza los cabellos, un «gag» sonriente: junto a un trance que parece desesperado, la gracia saltarina y traviesa de un enredo vodevilesco. Con lo fácil que resulta eliminar a un hombre, cuando se lo propone una banda de «gangsters» o de espías, lo imposible que es poner fuera de combate a este pobre «Roger Thomhill», que corre de una parte a otra con la muerte al acecho y pisándole materialmente el calcañar. La fuga. entre cómica y dramática, de este buen señor, que por un error de los otros se ve envuelto en las más sensacionales aventuras, es un prodigio de buen estilo cinematográfico. Pocas veces se ha visto nada tan movido, original y sugerente. Algunas de las secuencias de la persecución podrían ser consideradas como ejemplares. Tal, por ejemplo cuando el fugitivo «Roger» espera, al borde de la carretera la llegada del inexistente señor «Kaplan». o la de la subasta de obras de arte, que es de lo más gracioso de la cinta. El relato es técnica ,y plásticamente un deslumbramiento. En este aspecto, el film nos recuerda los aciertos de expresión gráfica de «La ventana indiscreta», que es de todas las películas de Hitchcock la que más se asemeja a «Con la muerte en los talones». Pero a fuerza de entregarse a este juego endiablado de las sorpresas y de los «suspenses». Hitchcock termina enredándose en sus propias mallas, y al final corta la maraña de un solo tajo, esa maraña que se iba haciendo excesivamente complicada y empezaba a pesar. Paro este film, el famoso realizador ha contado con un Cary Grant en la plenitud de sus recursos. Más suelto y seguro de si que nunca. Cary Grant aporta a la película uno de sus más destacados motivos de atracción. La actriz Eva Marie Saint lleva a cabo una labor muy atinada. Es un papel complejo. entre «vamp» y muchacha sentimental. al que consigue dar un hondo contenido. — A. MARTÍNEZ TOMAS. 




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